El futbolista llegó el miércoles a Uruguay y se presentó a declarar ayer, a las 9:30 de la mañana. Permaneció en el juzgado durante casi siete horas, con algunos de sus familiares y testigos.
Al retirarse, el jugador dijo a El País que espera haber llegado a una solución ya que son cosas que “a nadie le gusta pasar” y acotó que en estos casos es “mejor, a veces, no hablar”. Además, Cavani afirmó que no sabe si deberá volver a Uruguay a declarar y dijo que eso “se sabrá más adelante”.
Según pudo saber El País, el futbolista había pedido ser representado ante el juzgado por un apoderado, recurso que fue rechazado por la jueza Ana Muleca, por lo que tuvo que viajar desde París hasta Montevideo.
Fuentes judiciales informaron que el divorcio fue por “riñas y disputas”. Según el expediente, Soledad Cabris reclama al jugador una suma de entre 30.000 y 40.000 dólares por mes para la manutención de los hijos, además de su participación en la división de los bienes de la pareja.
La pareja se separó a fines de 2012, poco después de que su hijo Lucas naciera. Cavani presentó la solicitud de divorcio en abril del año pasado en Uruguay. Desde entonces ha tenido que viajar dos veces desde París a Montevideo, la primera de ellas a fines de diciembre.
A la audiencia de ayer asistieron varios familiares, entre ellos, Walter Guglielmone, medio hermano del delantero del PSG y exfutbolista, y la hermana de la exmujer. Guglielmone solo se limitó a decir que no iban a hablar porque “es un momento muy difícil”.
Da: ElPais.com/uy